El puesto de trabajo es el lugar en el que realizamos nuestras tareas diarias en la universidad. Como parte de estas actividades cotidianas, cualquier usuario requiere acceder a diversos sistemas y manipular diferentes tipos de información
Como consecuencia directa, debemos tener en cuenta que el puesto de trabajo es clave desde un punto de vista de la seguridad de la información. Son varios los riesgos a los que se expone el puesto de trabajo:
Para garantizar un uso adecuado de los dispositivos y medios del entorno de trabajo, y minimizar el impacto que todos estos riesgos pueden tener en la universidad, se deben seguir buenas prácticas para proteger el puesto de trabajo.
2.1 Mesas limpias
En el día a día de la universidad es habitual trabajar con distintos documentos en papel que se dejan encima de la mesa para mayor comodidad o porque son necesarios para las tareas diarias. Sin embargo, al acabar la jornada se debe guardar la documentación que se encuentre a la vista (información de la universidad, estudiantes, profesores, etc.).
Esto es especialmente importante si se trabaja en entornos compartidos. De esta manera, se evitarán miradas indiscretas que puedan derivar en una fuga de información, además del robo de documentos que pueden contener información confidencial.
Tanto el antivirus como el firewall o cortafuegos son las herramientas de seguridad que protegen al equipo del software malicioso. Ambas herramientas siempre deben estar activadas, ya que son complementarias, es decir, las tareas que realiza el antivirus no interfieren con las del cortafuegos y viceversa.
El antivirus es un programa informático específicamente diseñado para detectar, bloquear y eliminar código malicioso, también conocido como malware. Actualmente, incorporan otras herramientas de seguridad como detección de webs fraudulentas o protección contra ransomware.