• Representan las primeras evaluaciones oficiales que se hacen en el país sobre el efecto del cambio climático en la pesca y acuacultura; servirán como base de un atlas nacional sobre vulnerabilidad al cambio climático en el sector agroalimentario

Auspiciado por el gobierno federal, a través del Instituto Nacional de Pesca, el Banco Interamericano de Desarrollo, Environmental Defense Fund de Mexico, y el grupo Impacto Colectivo para la Pesca y Acuacultura Mexicanas, la investigación se abocó al estudio de vulnerabilidad socioeconómica de más de 12,000 poblaciones costeras y 7,000 instalaciones acuícolas.

De acuerdo con el catedrático de la UABCS, éstas son las primeras evaluaciones oficiales que hace el gobierno mexicano en la materia y servirán de complemento para un atlas de vulnerabilidad al cambio climático en el sector agroalimentario.

Dio a conocer que este ambicioso plan se desarrolló durante el año pasado, usando modelos de cambio climático mundiales que fueron adaptados a las condiciones de México para hacer las mediciones.

De igual forma, se analizó la parte social de las poblaciones, mediante datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, con objeto de conocer sus condiciones y capacidad de respuesta ante las afectaciones, tomando como base el contexto particular de cada sitio.

Finalmente, se examinó la parte biológica a fin de generar una serie de mapas sobre los posibles cambios en la distribución geográfica de las 20 especies más importantes para la pesca en la república mexicana.

Al hablar de las principales recomendaciones que derivan de la investigación, el Dr. Héctor Reyes habló primero de la urgencia de crear un plan nacional de cambio climático para la pesca.

Asimismo de hacer una revisión de la legislación actual, pues aunque México cuenta con 17 herramientas legales para cuestiones de cambio climático, hay entidades federativas donde no son aplicables.

Por otro lado, sostuvo la importancia de establecer qué comunidades enfrentan una vulnerabilidad más alta y, por ende, necesitan mayor atención, lo cual, a su juicio, depende de múltiples factores que si bien se asocian con el cambio climático, también con la capacidad de adaptación e instrumentos que tienen para enfrentar las condiciones adversas.  

El académico reveló que toda esta información ya se ha estado socializando con las y los tomadores de decisiones, como son legisladores y gobiernos estatales, además que el INAPESCA hizo público el documento completo en Internet para consulta libre.

Por otra parte, adelantó que ya trabajan en una segunda fase del proyecto, que consiste en capacitar a personal gubernamental para que puedan operar la metodología, procesar ellos mismos los datos y generar nueva información a partir de la investigación.

Al mismo tiempo, se ha iniciado con el análisis estadístico para determinar cuáles son las poblaciones costeras con mayor riesgo ante el cambio climático, midiendo diferentes indicadores relativos al grado de vulnerabilidad.  

Esto ayudará finalmente a conocer el nivel en que se encuentra cada sitio y proponer soluciones aplicables a su contexto, tomando como base las condiciones geográficas, sociales, económicas, biológicas e, incluso, de infraestructura y servicios.

Para el Dr. Reyes Bonilla, el que la UABCS encabece proyectos de esta naturaleza constata la confianza que se le tiene como institución y seguridad en la capacidad de su planta docente, que lo mismo destaca por su alta habilitación y labores de investigación, como por su amplio trabajo con comunidades.

De igual forma, destacó la vinculación que la casa de estudios sudcaliforniana tiene con otras instituciones académicas, ya que además de otros profesores investigadores de la UABCS, también colaboraron de la Universidad Nacional Autónoma de México, del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas del Instituto Politécnico Nacional, Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada, así como diferentes grupos y organizaciones civiles.